(Escrito en junio de 2007, pero publicado 6 meses después, porque recién tengo el blog. Jaja...) Detesto los Miss Perú. Y fue mi muerte cuando el jefe de prensa me dijo: el viernes tú cubres el Miss Perú. Mmmmm… Nunca hubiese querido cubrir ese tipo de eventos. No me gustan y además me parecen innecesarios para la televisión peruana. Tantas otras cosas que emitir y nos damos el lujo de prestar atención a esos eventos… 
Pero bueno pues, estaba jodido... Pensé en “olvidarme” a ir a recoger mi credencial o hacerme el enfermo esa noche, como forma de frustrar mi presencia en el certamen. Pero mejor era acatar no más.
Lo único atractivo para mí era lo desprestigiado que estaba el Miss Perú, porque me daba la posibilidad de enfocar el informe sobre el certamen de modo diferente al inicialmente pensado.
Durante la noche del evento seguía con la mierda revuelta, pero cuando ingresé al Mansiche… ¡oh sorpresa! El ambiente estaba recontra frío, no tanto por el clima sino por el nulo entusiasmo de la gente. Incluso el reportero de espectáculos de Panamericana me dijo: “no pensé que esto iba a estar tan frío…”.
No vi el concurso sólo hasta la parte final. Antes preferí comprar unas hamburguesas porque ya veía que mi estómago carente de cena no iba a aguantar hasta las 10 y media (¡encima no había comido!)
Y cuando decidí prestar atención al Miss, resultaba que ya estaban las diez candidatas que pasaban a la etapa final; e inmediatamente después, las cinco semifinalistas. Fue ahí que mi inconciente esperaba la clásica rueda de preguntas o hasta una pausa comercial para calmar los ánimos, pero nada... Coco Beleván, en una brutal carrera contra el reloj, leyó los nombres de las tres finalistas.
Las dudas no terminaban de acecharme cuando ¡zaz! Otra vez. Escuché: “Miss Perú Mundo es… Miss Tacnaaaa!”. Y chao concurso. Se acabó. Al puro estilo dictatorial. Sin preguntas, sin puntajes leídos, sin aviso, sin nada.
Al poco tiempo la cobertura periodística me colocó frente al cuestionado Jesús Ochoa, presidente de “Reinas del Perú”, la base organizadora del concurso. Y la pregunta era obvia. “Señor, ¿por qué tan rápido y por qué se obviaron las preguntas?” – “Qué vamos a hacer… Así es el tiempo en la televisión”, contestó sonriente. Pero qué simpleza la que acababa de escuchar… ¿Cómo se puede echar la culpa a la televisión si aquélla es de los organizadores por no prever el tiempo que duraría la transmisión? Y la responsabilidad es mayor por lo desacreditado que llegaba el concurso, ante lo cual el riesgo de cometer más errores debía ser cero. O faltó mucho tino para organizar o es que ya todo estaba arreglado para esquivar las preguntas con el fin de perturbar la elección de la reina.
No lo sé… Pero cuando redactaba mi nota sobre el certamen, me sentía a plenitud. Nunca como hoy, pensaba en aquel momento, tenía tanto material para decir una vez más, que este tipo de eventos, no merece la atención del periodismo.
Pero bueno pues, estaba jodido... Pensé en “olvidarme” a ir a recoger mi credencial o hacerme el enfermo esa noche, como forma de frustrar mi presencia en el certamen. Pero mejor era acatar no más.
Lo único atractivo para mí era lo desprestigiado que estaba el Miss Perú, porque me daba la posibilidad de enfocar el informe sobre el certamen de modo diferente al inicialmente pensado.
Durante la noche del evento seguía con la mierda revuelta, pero cuando ingresé al Mansiche… ¡oh sorpresa! El ambiente estaba recontra frío, no tanto por el clima sino por el nulo entusiasmo de la gente. Incluso el reportero de espectáculos de Panamericana me dijo: “no pensé que esto iba a estar tan frío…”.
No vi el concurso sólo hasta la parte final. Antes preferí comprar unas hamburguesas porque ya veía que mi estómago carente de cena no iba a aguantar hasta las 10 y media (¡encima no había comido!)
Y cuando decidí prestar atención al Miss, resultaba que ya estaban las diez candidatas que pasaban a la etapa final; e inmediatamente después, las cinco semifinalistas. Fue ahí que mi inconciente esperaba la clásica rueda de preguntas o hasta una pausa comercial para calmar los ánimos, pero nada... Coco Beleván, en una brutal carrera contra el reloj, leyó los nombres de las tres finalistas.
Las dudas no terminaban de acecharme cuando ¡zaz! Otra vez. Escuché: “Miss Perú Mundo es… Miss Tacnaaaa!”. Y chao concurso. Se acabó. Al puro estilo dictatorial. Sin preguntas, sin puntajes leídos, sin aviso, sin nada.
Al poco tiempo la cobertura periodística me colocó frente al cuestionado Jesús Ochoa, presidente de “Reinas del Perú”, la base organizadora del concurso. Y la pregunta era obvia. “Señor, ¿por qué tan rápido y por qué se obviaron las preguntas?” – “Qué vamos a hacer… Así es el tiempo en la televisión”, contestó sonriente. Pero qué simpleza la que acababa de escuchar… ¿Cómo se puede echar la culpa a la televisión si aquélla es de los organizadores por no prever el tiempo que duraría la transmisión? Y la responsabilidad es mayor por lo desacreditado que llegaba el concurso, ante lo cual el riesgo de cometer más errores debía ser cero. O faltó mucho tino para organizar o es que ya todo estaba arreglado para esquivar las preguntas con el fin de perturbar la elección de la reina.
No lo sé… Pero cuando redactaba mi nota sobre el certamen, me sentía a plenitud. Nunca como hoy, pensaba en aquel momento, tenía tanto material para decir una vez más, que este tipo de eventos, no merece la atención del periodismo.
4 comentarios:
Jajajaja, primero fue la famosa dedocracia en el Miss Perú Universo 2007, dizque para que la candidata peruana tuviera la mejor preparación (¿se necesita alguna aparte de matarse en el gimnasio o, mejor dicho, someterse al quirófano?). El resultado: un bello traje típico y nada más, ya que Jimenita no entró ni a las quince semifinalistas. El Miss Perú Mundo 2007 estuvo peor. Denuncias de racismo, renuncias, puterío con los auspiciadores, una Silvia Cornejo que se resistía a entregar la corona y el organizador spnriendo como si nada pasara. En fin. Un desastre. Pero, ¿qué tienes contra las misses? Si no fuera por ellas, no habría calabazas, y sin calabazas, no podríamos reirnos. Además este tipo de eventos tiene algunas de las mejores secuencias de humor involuntario: la caída de Miss Estados Unidos en el desfile de traje de noche en medio de las carcajadas de los mexicanos, las preguntas estúpidas de siempre (y sus respuestas) y alguno que otro error de traducción en los países. Etc etc etc...
Tarde...pero comento.
K fea sonsera eso de los reinados, pero igual ps d algo hay k reirnos.
Ke ni más hagan un reinado en mi truji, juera d aka¡¡¡ csm..vienen a dar mala fama nu mas..todas esa calabacitas ke se arañan x la corona...y lo ke mas me llega es ke siempre responden las mismas wbadas...ke los niños, ke los viejitos, ke la paz, k los perritos, ke los gatitos....a ver ps pregúntenles si leen los periódicos...seguro t responden: sólo busco mi fotito en sociales...o una versión más online: busco mi fotito y las d mis amiguis en trujillo2night
sin mala sangre y con el cariño trujillanazo pa Maju, Silvia, Carol y toda su especie...ja¡¡
muy artificial, realmente quepa redimensionar aquel renombrado evento "MISS PERÜ". Sin animos de ofender!... ponerse un jean's demasiado apretado es una violación, chicas!!!... Saludos...waim_@hot...
jajajaj Jorgínnnnnn hasta que en algo estamos deacuerdooooooo,PURO DESPERDICIO DE TIEMPO tienes toda la razón,esas chicas ni se para que concursan si de ahí solo las llaman para modelos,para la tele(las k tienen algo de talento u otras cosas k harán,jaja)y solo se muestra frivolidad y al menos en el Perú no estamos para esto,bueno en otros países kizás,pero es recontrasuperarchi diferente que aca.
PERO ME ALEGRA QUE AHORA YA NO LES DEN BOLA NI CREDIBILIDAD Y SE ESTE YENDO P ABAJO CADA VEZ MAS,jaja no es k les desee el mal pero NO ES PUES SIMPLEMENTE:NO ES!!
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